¿Qué tiempo de exposición al segundo idioma es necesario para ser bilingüe?
Cuando hablamos de bilingüismo se remarca siempre el hecho de que “para ser bilingües los niños deben estar expuestos al idioma minoritario el 20% de su tiempo de vigilia”. Y es cierto, el tiempo de exposición es un factor importantísimo, porque bien sabemos que los niños, para desarrollar el lenguaje, necesitan una cierta cantidad de estímulos, en una variedad de situaciones. Pero a mi me gusta remarcarle a los papás que vienen a la consulta o a los talleres, que igual de importante es la CALIDAD de ese tiempo al que están expuestos. Es decir, si expongo a mi niño a una media de 3 horas diarias a una segunda lengua, pero al cabo de la primer media hora he perdido su atención e interés, probablemente pierda con ella mis expectativas de bilingüismo con este niño (o tarde tres veces más en conseguir este objetivo). La investigación también ha demostrado que ese torrente de estímulos, para ser efectivo, debe provenir de personas significativas para el niño (los padres, los cuidadores, los miembros de su familia, amigos).
Existen tres pilares esenciales por los que un niño adquiere una lengua: MOTIVACIÓN, NECESIDAD, USO. Teniendo en cuenta estos tres factores, deberé crear un espacio en el cuál el niño disfrute de jugar con la lengua y a través de la lengua; un espacio donde el niño tenga la necesidad de comunicar en esa lengua para seguir jugando; un espacio donde deba hacer uso de ese idioma y encuentre satisfacción en ello; y por supuesto, un espacio donde encontrarme desde el juego y el disfrute con un interlocutor significativo.
Resumiendo, por muchas horas que pase mi niño frente a la tele en una segunda lengua, o por muchos Dvd´s que vea en esa lengua, o por muchas horas que pase en una academia, si no genero situaciones comunicativas de calidad y contenido significativo, poco haré por desarrollar el potencial comunicativo de ese niño.