El chino mandarín es el idioma más hablado del mundo. 1.051 millones de personas tienen por lengua materna el chino mandarín frente a 341 millones que hablan inglés.

El crecimiento económico de China es espectacular. Desde hace más de 20 años, el PIB de China crece de manera continua por encima 8%.

Si bien estos motivos serían suficientes para decidir aprender mandarín, pensando en nuestros pequeños y su desarrollo cognitivo además de la ventaja competitiva que tendrán de mayores el chino mandarín desarrolla ambos hemisferios del cerebro: Por ser un idioma tonal, ejercita ambos hemisferios del cerebro. El hemisferio izquierdo, se encarga de ordenar e interpretar estructuras lingüísticas, agrupa los sonidos para formar las palabras, y el derecho procesa melodías y tonalidades.

Además el mandarín ayuda a ser buen matemático. El cálculo forma parte del mandarín por lo que son mejores en matemáticas. Por ejemplo 20 se dice 2 veces 10 y 58 se dice 5 veces 10 más 8.

Por lo que exponer a un niño desde bebé al chino le aportará una magnífica estructura mental.

Nunca se es demasiado pequeño para aprender un idioma.